CÓLICO DEL LACTANTE: SOLUCIONES PRÁCTICAS

Comprender el inicio del cólico del lactante

El cólico del lactante es un trastorno caracterizado por un llanto excesivo e inconsolable en un bebé aparentemente sano. Suele ocurrir a última hora de la tarde o por la noche, y puede ser muy angustioso tanto para el bebé como para los padres. A pesar de las numerosas investigaciones realizadas, la causa exacta del cólico del lactante sigue sin estar clara. A menudo se describe como un trastorno autolimitado del comportamiento, y es esencial que los padres comprendan que es una fase común, aunque difícil, del desarrollo del bebé. Los síntomas del cólico del lactante, como llanto intenso y molestias abdominales aparentes, suelen ser benignos, y la afección suele resolverse por sí sola en los primeros meses de vida.

Como padres, es importante ser consciente de que, aunque el cólico del lactante puede ser muy difícil de entender, no se debe a ningún fallo en los cuidados de tu bebé . El llanto incesante y la sensación de impotencia por no poder consolar al bebé pueden afectar al bienestar de toda la familia. Por este motivo, buscar apoyo y orientación es crucial para superar este difícil periodo. Comprender las posibles causas y explorar estrategias de tratamiento puede ayudar a los padres a sentirse más capacitados y mejor preparados para cuidar de su bebé durante los episodios de cólico.


Descartar otras posibles causas

Cuando un bebé presenta síntomas de cólico del lactante, es importante que los padres trabajen con su pediatra para descartar otras posibles causas que expliquen el malestar de su bebé. Esto implica un examen exhaustivo para comprobar si hay algún problema o afección médica subyacente que pueda estar contribuyendo a los síntomas. Al excluir sistemáticamente otras posibles causas, como enfermedades, lesiones o dificultades de alimentación, los padres y los pediatras pueden establecer más precisamente el diagnóstico de “cólico del lactante”. Este algoritmo es esencial para garantizar que el bebé reciba la atención adecuada y que se consideren de forma profesional todos los posibles factores que puedan contribuir a su malestar.

En algunos casos, el llanto de un bebé puede ser indicativo de un problema de salud subyacente, como una infección, una alergia o incluso, reflujo gastroesofágico. Mediante una evaluación exhaustiva que incluya una revisión del historial médico del bebé, y una exploración física dirigida, los pediatras pueden descartar o identificar eficazmente tales afecciones, proporcionando a los padres la tranquilidad y la orientación que necesitan para abordar el problema de salud concreto que está afectando a su bebé. Con la búsqueda de atención médica inmediata con un pediatra de confianza, los padres pueden asegurarse de que cualquier posible problema de salud se reconozca y se trate con prontitud, fomentando así el bienestar de su bebé.

Medidas de confort para calmar al bebé con cólico

Cuando un bebé sufre un episodio de cólicos, los padres suelen sentirse abrumados e inseguros sobre cómo aliviarlo. Aunque no existe una solución única para el cólico del lactante, hay varias técnicas tranquilizadoras que pueden ayudar a aliviar la angustia del bebé y reconfortar tanto al bebé como a los padres. Estas medidas pueden incluir:

  • sostener al bebé contra el pecho,
  • envolver al bebé,
  • balancear suavemente al bebé,
  • crear un entorno tranquilo y silencioso para ayudar a reducir la estimulación.

Además poner música relajante o realizar movimientos rítmicos suaves, como un columpio, también pueden aliviar al bebé.

Cabe señalar que cada bebé es único, y que lo que funciona para uno puede no funcionar para otro, por lo que puede ser necesario probar y equivocarse para encontrar las estrategias tranquilizadoras más eficaces para un bebé concreto. El objetivo de estas medidas de consuelo no es sólo relajar al bebé durante un episodio de cólico, sino también proporcionar apoyo emocional a los padres, a quienes puede resultar angustioso ver a su bebé con molestias. Creando un entorno tranquilizador, los padres pueden ayudar al bebé a sentirse más seguro y relajado, a pesar de las dificultades del cólico.

Explorando técnicas de fisioterapia y masaje

Además de las medidas de consuelo tradicionales, a algunos padres les puede resultar útil explorar técnicas tranquilizadoras alternativas, como el masaje infantil. Los movimientos suaves y circulares sobre el abdomen del bebé, así como masajear cuidadosamente la espalda y las piernas, pueden ayudar a estimular su sistema digestivo y aliviar cualquier tensión abdominal. Además, practicar ciertas posturas y ejercicios con el bebé, según recomiende un fisioterapeuta pediátrico cualificado, puede ayudar a aliviar cualquier molestia o tensión muscular que contribuya a los cólicos. Es importante tener en cuenta que, antes de intentar cualquier técnica específica de fisioterapia o masaje, los padres deben pedir consejo a un profesional cualificado para garantizar la seguridad y eficacia de estas prácticas para su bebé.

Algunos padres también consideran otros apoyos como son la atención quiropráctica y la terapia craneosacral para tratar el cólico del lactante. Aunque las pruebas que apoyan la eficacia de estas terapias alternativas son limitadas, y su uso en el tratamiento de los cólicos es un tema de debate continuo en la comunidad médica, algunos padres pueden descubrir que su bebé experimenta cierto alivio de los síntomas de los cólicos mediante estos enfoques. Como ocurre con cualquier terapia alternativa, es esencial que los padres consulten con un profesional sanitario experimentado en estas prácticas.

Ajustes en la alimentación y la nutrición para el cólico del lactante

Dado que los patrones de alimentación y la nutrición pueden influir significativamente en los síntomas del cólico, realizar ciertos ajustes en la rutina de alimentación del bebé, sobre todo en el caso de la lactancia materna, ya que puede ser un aspecto a tener en cuenta del tratamiento del cólico del lactante. En el caso de los bebés amamantados, asegurar un agarre adecuado y abordar cualquier posible problema con la técnica de alimentación del bebé y su postura durante la lactancia es esencial para minimizar la ingestión de aire y reducir la probabilidad de molestias gastrointestinales.

Para los bebés alimentados con fórmula (leche artificial), utilizar biberones especiales anticólicos, probar distintos tipos de leche y asegurar la preparación adecuada de los biberones para minimizar la ingestión de aire puede ser útil para reducir las molestias relacionadas con la alimentación. En algunos casos, los profesionales sanitarios pueden recomendar fórmulas hipoalergénicas especializadas para bebés de los que se sospeche que tienen alergia a la proteína de la leche de vaca u otras intolerancias alimentarias. Es importante que los padres colaboren estrechamente con su pediatra o con un asesor de lactancia cualificado para abordar cualquier problema de alimentación y determinar la estrategia de alimentación más adecuada para las necesidades individuales de su bebé.

La orientación de un pediatra para mejorar el cólico del lactante

Cuando un bebé experimenta los angustiosos síntomas de un cólico, es fundamental que los padres busquen la orientación y el apoyo de un profesional sanitario cualificado. El pediatra puede proporcionar tranquilidad, orientación y la supervisión médica necesaria para garantizar el bienestar del bebé y el de los padres. Mediante una evaluación exhaustiva, el pediatra puede confirmar el diagnóstico de cólico del lactante, descartar cualquier problema de salud subyacente y colaborar con los padres para desarrollar un plan de tratamiento a medida que aborde las necesidades específicas del bebé y minimice su malestar. Además, el pediatra puede ofrecer apoyo y asesoramiento a los padres, dotándoles de las herramientas y los conocimientos necesarios para superar esta periodo complicado y cuidar de su bebé con mayor confianza.

En algunos casos, el pediatra puede recomendar el uso de probióticos, como el Lactobacillus reuteri, para favorecer la salud digestiva del bebé y aliviar los síntomas del cólico. Los suplementos probióticos han sido objeto de varios estudios que exploran los posibles beneficios en el tratamiento de los cólicos del lactante, y algunos profesionales sanitarios pueden considerarlos parte de un tratamiento integral de los bebés con cólicos. Es importante que los padres hablen del uso de probióticos con el pediatra y obtengan recomendaciones claras y basadas en pruebas sobre la dosis y duración adecuadas para su bebé.

El tiempo es el mejor remedio para los cólicos

Aunque el tratamiento de los cólicos del lactante puede ser difícil y emocionalmente agotador, es importante que los padres recuerden que, en la mayoría de los casos, los síntomas de los cólicos mejoran gradualmente y acaban resolviéndose con el tiempo. Los primeros meses de vida del bebé suponen un periodo de rápido crecimiento y desarrollo, y a medida que madura su aparato digestivo y mejora su sensibilidad neurológica, los episodios de cólico suelen disminuir y remitir. Por muy difícil que sea presenciar el malestar del bebé durante los episodios de cólico, es esencial que los padres mantengan la calma y se centren en proporcionar cuidados necesarios y cariñosos a su pequeño. Con el paso del tiempo y el apoyo incondicional de los padres, se espera que los cólicos del lactante cesen, y el bebé y la familia pueden disfrutar de un periodo más tranquilo.

Durante este difícil periodo, buscar apoyo emocional y ayuda práctica de familiares, amigos o grupos de apoyo puede ser increíblemente beneficioso para los padres. Disponer de una sólida red de apoyo puede ayudar a aliviar el estrés y la fatiga asociados al cuidado de un bebé con cólicos y puede proporcionar a los padres el ánimo y la comprensión que necesitan durante esta etapa tan exigente.

Evitar el uso no supervisado de remedios en el cólico

En medio de los retos que supone controlar los cólicos del lactante, es natural que los padres busquen posibles remedios o tratamientos para aliviar el malestar de su bebé. Sin embargo, es crucial actuar con cautela y consultar a un profesional sanitario antes de introducir nuevos remedios o suplementos, sobre todo en el caso de un bebé vulnerable. Aunque existe abundante información y remedios alternativos, no todos son necesariamente seguros o eficaces para tratar el cólico del lactante. Es esencial que los padres den prioridad a la orientación y las recomendaciones de expertos pediatras cualificados y eviten el uso no supervisado de preparados de hierbas, medicamentos sin receta o tratamientos no convencionales sin la aprobación de un pediatra o profesional sanitario.

Abordando el tratamiento de los cólicos del lactante con una combinación de paciencia, apoyo informado e remedios basadas en pruebas, los padres pueden superar esta fase difícil con mayor confianza. Aunque el camino para calmar a un bebé con cólicos puede estar lleno de incertidumbre y agotamiento, es importante que los padres recuerden que no están solos en esta experiencia y que, con la orientación y el apoyo adecuados, pueden cuidar eficazmente a su bebé y proporcionarle el consuelo y la tranquilidad necesarios durante los episodios de cólicos. El viaje de la paternidad está marcado por diversos retos, y buscando el apoyo disponible, los padres pueden desarrollar un entorno seguro para su bebé, promoviendo su bienestar.

Conclusión

Después de investigar y debatir ampliamente las mejores estrategias para tratar los cólicos del lactante, está claro que no existen soluciones definitivas para esta afección tan común. Sin embargo, mediante la comprensión de sus causas y la identificación de métodos alternativos, como la fisioterapia y los cambios en la alimentación, junto con la búsqueda de apoyo y orientación de un pediatra, podemos controlar y aliviar eficazmente las molestias causadas por el cólico del lactante, tanto para el bebé como para los padres.

Es importante recordar que el tiempo suele ser la clave para resolver los cólicos del lactante, y evitar el uso de remedios no probados sin la supervisión adecuada. Con paciencia y los cuidados adecuados, la fase de cólicos acabará pasando.

Dra. Susana Raggio. Pediatra.

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